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Sobre el origen de los tangos flamencos, algunas teorías afirman que nacieron entre Cádiz y Sevilla, habiéndose extendido previamente desde Sudamérica. Aunque hay quienes dicen que vienen de Cuba. Pero fuera como fuera, lo cierto es que no llegaron a España hasta mediados del siglo XIX. Y, obviamente, en Andalucía no contaban con la misma estructura musical que los tangos flamencos de hoy en día.

Poco a poco, el tango se fue desprendiendo de los toques americanos y tomando una identidad cada vez más aflamencada, consolidándose como baile en Jerez, Cádiz, Triana, Jaén, Málaga y Granada. Pero, tal vez, los Tangos de Graná son los que más soniquete árabe tienen, lo que tiene que ver con el hecho de que Granada fuera el último reino Nazarí, donde hubo una impresionante mezcla de culturas, como son los gitanos, los musulmanes y los cristianos que se quedaron.

Así pues, los tangos de Granada quedaron marcados por el característico ambiente gitano de las cuevas del Sacromonte. Tomando como base el compás de los “tangos flamencos”, en Granada adquieren su singular fisonomía.

Desarrollo El Tango de la Flor parece ser el más antiguo, ya que forma parte de la zambra. La zambra es una coreografía que se basa en la Boda Gitana. Al principio de la misma se realizan todos los cantes de boda y después se presenta la novia bailando un tango con una flor en la boca. De ahí su nombre. Aunque también se le conoce con otros nombres como Tangos de Candil, Tangos de la Azucena, Tangos de los Merengazos o el Tango de Falseta.

Otro estilo son los Tangos del Camino, que normalmente eran bailados por una mujer sola, aunque podía darse el caso de que lo bailara con un hombre. Pero también destaca el Tango del Petaco, que se caracterizaba por sus letras cómicas. Generalmente lo bailaba una mujer mayor, pues el movimiento de una mujer joven resultaba demasiado provocativo para la época.

Además, entre los gitanos que venían huyendo de la Guerra Civil Española y se asentaron en las cuevas del Sacromonte surgieron los Tangos del Cerro. Un tipo de cante que se caracterizaba por tener un ritmo más animado.

En definitiva, los tangos se han convertido en un clásico de cualquier repertorio debido a su carácter alegre y pegadizo. Por supuesto, la guitarra flamenca ha encontrado en este tipo de baile un estilo idóneo para expresarse, tanto en el terreno rítmico, como armónico y melódico. Y el baile, debido a su ritmo y compás, permite que el artista se luzca con movimientos brillantes y llenos de pasión. Un estilo que no puede faltar en cualquier fiesta flamenca.

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  • Última modificación: 2025/07/21 22:07
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