Escobilla
La escobilla en el baile flamenco es un momento destacado dentro de la estructura de un palo flamenco (un estilo de flamenco). Es una sección rítmica y técnica donde el bailaor o bailaora demuestra su destreza y dominio del zapateado, el juego de pies que caracteriza al flamenco.
Características de la escobilla
Protagonismo del zapateado: La escobilla se enfoca en los movimientos de los pies, creando un diálogo rítmico con el cantaor y el guitarrista.
Intensidad progresiva: Generalmente, la escobilla comienza de manera más lenta y va aumentando en velocidad y complejidad, generando un clímax rítmico.
Comunicación con la guitarra: En este momento, la guitarra acompaña el zapateado con acordes marcados y repetitivos que realzan el ritmo.
Conexión emocional: A través del zapateado, el bailaor expresa fuerza, pasión y dominio técnico, manteniendo una conexión con el público.
Improvisación: Aunque sigue una estructura, el bailaor tiene libertad para incluir elementos personales y responder al cante o a la música.
El término “escobilla” proviene del movimiento que hacen los pies al raspar o barrer el suelo, similar al uso de una escoba. Es una de las partes más esperadas en una actuación de baile flamenco, ya que muestra la potencia y el virtuosismo del artista.