Los campanilleros son un palo flamenco que tiene sus orígenes en los cantos religiosos y populares de Andalucía, especialmente en los villancicos que se cantaban durante las celebraciones de Navidad. Su nombre proviene de las campanillas que se usaban en las procesiones religiosas o en los cantos de auroros, un tipo de canto litúrgico.
Este palo flamenco tiene un compás más ligero y alegre en comparación con otros cantes más solemnes como las tonás o seguiriyas. Se interpreta en un compás de 3/4 y está vinculado a la cultura rural y a las tradiciones festivas, con letras que a menudo evocan temas religiosos, pastorales o relacionados con las celebraciones populares.
Los campanilleros ganaron mucha popularidad en el siglo XX gracias a grandes artistas del flamenco, como La Niña de la Puebla, que los incorporaron a sus repertorios. Aunque originalmente eran más sencillos, el flamenco los ha adaptado y estilizado con el tiempo.